15/7/13

Haciendo la maleta...


Por fin ha llegado el verano y el momento que casi todos esperamos durante todo el año: el de las vacaciones. Ese momento en que nos olvidamos de la rutina y nos dejamos llevar. Y por más veranos que tengamos ya a nuestras espaldas, a la hora de preparar la maleta siempre nos entran las dudas: ¿qué llevarme? O te pasas y vas cargada con un montón de ropa que al final ni llegas a utilizarla, o te quedas corta y te ves en apuros porque te falta ropa y ya no tienes que ponerte. Con algunos trucos sencillos, tu maleta puede tener justo lo que necesitas.


Lo primero que tienes que calcular es cuanto tiempo estarás fuera y si tendrás la posibilidad de lavar tu ropa, eso es fundamental, sobre todo si permanecerás un largo periodo.
Lo mejor es que la ropa seleccionada se combine entre sí. Eso te permitirá un mayor numero de combinaciones diferentes con un menor numero de piezas. Piensa siempre en tu confort y lleva unos zapatos o sandalias confortables para que puedas caminar y aprovechar tus paseos sin problemas. No hay nada más desagradable para arrasar con tus vacaciones que un día de pies doloridos y varios para recuperarte de ampollas o heridas. Unas sandalias abiertas y planas, unos playeros fresquitos o unas alpargatas, son tus mejores aliados para tus paseos veraniegos: confortables y con estilo.
Otra cosa a tener en cuenta, además de tu destino obviamente, son los planes que tienes para esos días. Si vas cenar a algún sitio especial, si te vas de copas, si vas a practicar algún deporte... tener todo eso pensado te ayuda en el momento de hacer tu maleta pero no te cierres en tus planes y dejar lugar para las sorpresas. Si has hecho bien tu trabajo, encontrarás algo en tu maleta para alguna invitación de ultima hora.


"Es importante pensar en piezas
que te puedan dar mucho juego"



Los accesorios son muy importantes, aunque muchas veces los dejemos de lado en el momento de hacer la maleta o de irnos de vacaciones. Son ellos los que pueden transformar un mismo look en un "outfit" para el día o en uno para la noche. Es importante pensar en piezas que te puedan dar mucho juego en ese sentido. Por ejemplo, un vestido que puedas llevar con alpargatas o sandalias planas, un sombrero y un gran bolso de playa durante el día y que te quede bien con unas sandalias de tacón y un pequeño clutch y un collar o pendientes potentes para la noche.

Lo ideal es que vayas poniendo todo lo que piensas llevar de forma ordenada encima de tu cama. Así puedes tener una mejor idea de las piezas que se pueden combinar entre si y las que no. Si llevas tres blusas, lo ideal es que las tres combinen con la falda, el pantalón y las bermudas que lleves, multiplicando tus posibilidades de crear nuevos looks hasta casi al infinito.



Ten en cuenta, tanto si te vas a la playa como si te vas al campo, que las piezas en tejido vaquero dan mucho juego ya que van con todo. Pantalones, shorts o camisas vaqueras son como un comodín en tu maleta. Juega con ellos y con tus accesorios para crear diferentes looks.

También es importante, aunque sea verano, que te lleves algo de abrigo, aunque sea algo ligero. Una rebeca en un color neutro, o en un color fuerte que puedas combinar con las demás piezas que llevas, puede ser suficiente. Los pañuelos y fulares también te pueden sacar de un apuro en una noche más fresca, y ocupan poco espacio, para todo el partido que puedes sacar de ellos.
Con esos pequeños trucos podemos estar seguras de que llevamos lo esencial y estamos preparadas para cualquier situación.

¡Buen viaje!

Artículo publicado en el periódico El Día en 13/07/2013
Cristina Martins

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