Adiós a André Courrèges
El diseñador que vino del futuro
Mal empezamos el año, nos dejan para siempre grandes nombres de la música y de la moda. Quizás el choque por la desaparición de David Bowie haya ofuscado la partida de uno de los grandes nombres de la moda del siglo 20: André Courrèges. Nacido en 1923, en Pau, Francia, Courrèges se mudó a París con 25 años, después de haber terminado sus estudios en ingeniería civil. Llegando a la capital, encuentra trabajo en una empresa de diseño textil y allí conoce a nadie menos que Cristóbal Balenciaga, para quien trabaja durante 11 años.
Entre lo que aprendió del maestro Balenciaga y su formación como ingeniero, Courrèges desarrolla un estilo muy propio, reconocido principalmente por haber introducido en la escena de moda francesa un concepto revolucionario: la moda de la "Era Espacial".
En los años 60, el envío de cohetes al espacio y la posterior llegada del hombre a la luna, en 1969, influenció muchísimo la vida aquí en la Tierra. El impacto se notó en la música, el mismo David Bowie habló de ello con su "astronauta" Major Tom (1969), en el cine, con la mítica película "Barbarella" (1968) de Roger Vadim y, como no, en la moda con André Courrèges.
"Courrèges fue uno de los diseñadores
más influyentes de su época."
La colección "Era Espacial", lanzada en 1964, incluía botas, gafas, pantalones ajustados y vestidos por encima de las rodillas. De hecho, tanto él como Mary Quant se han proclamado como inventores de la minifalda. Courrèges diseñó jerséis que brillaban en la oscuridad, bañadores sexis, parkas de plástico, conjuntos y vestidos deportivos. Utilizaba colores ácidos y formas geométricas: sus diseños se basaban en cuadrados, trapezoides y triángulos.
Fue uno de los diseñadores más imitados de su tiempo. La colección "Era Espacial" hizo con que el mercado se llenara de faldas de plástico, botas blancas y diseños geométricos. Su carrera como diseñador frente a la Maison que llevaba su nombre tuvo su apogeo en los años 60 y 70.
En 1972 Courrèges diseñó el uniforme para los 15.000 participantes de la comitiva de los juegos olímpicos de 1972, con 10 diseños diferentes. En 1973 lanza su línea masculina, Courrèges Homme. En 1979 diversifica su producción con artículos de cuero y productos de belleza.
En los años 90, cuando cumple 70 años, Courrèges, aunque no se retira totalmente, pone a Jean Charles de Castelbajac como diseñador frente a la Maison Courrèges. Su mujer, Coqueline, siempre participó activamente del trabajo de su marido y con él formó una de las parejas más interesantes de su tiempo. Después de años en "pausa", sobre todo por la enfermedad del diseñador, que empezó a sufrir el mal de Parkinson, la Maison volvió a la acción y el 50 aniversario de la firma se celebró, entre otras cosas, con una reedición de su mítica chaqueta de vinilo.
Jacques Bungert y Frédéric Torloting, dos ex publicistas franceses, fueron los escogidos por Coqueline como "herederos" del legado de su marido y son los dueños y responsables por la nueva fase de la Maison Courrèges. En la actualidad la marca cuenta con dos jóvenes directores creativos, Vaillant y Meyer, conocidos por su trabajo para Coperni.
Courrèges ha dejado un archivo con 25.000 modelos diseñados y su tienda, cerca de Champs-Élisées, sigue impresionando con sus 210m2 de modernidad. Gran nombre de la moda, su influencia se deja notar en diseñadores como Karl Lagerfeld (1933), así como en otros más jóvenes, como Marc Jacobs (1963).
Me lo imagino ahora mismo creando para Bowie un outfit intergaláctico,
en el sitio donde ambos se merecen estar:
entre las estrellas.
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