¿A quién quieres engañar?
Dina Lynnyk via Creative Boys Club |
He visto esa semana por Facebook una publicación compartida unas cuantas veces entre mis contactos. Un artículo que habla de cómo una chica se vistió de "idiota" en la Fashion Week de Madrid y engañó a todo el mundo. Los comentarios fueron de lo más variados y la verdad es que me he quedado entre sorprendida e irritada. Me toca bastante las narices que hablen mal de algo que considero tan interesante como la moda que, además, es mi profesión. No hace mucho tiempo se llamaban herejes, o brujas, a los que curaban a la gente, hoy los llamamos médicos. Así es la vida. Como la moda es una disciplina joven, nos toca convivir con las tonterías típicas de su juventud.
Pinché en el artículo porque no suelo hablar por hablar de las cosas. Me gusta informarme. Descubro que es de una pagina que publica artículos variados e interesantes. (¿Puedes leer mi tono sarcástico?). En su lista de "Más populares" ofrecen: "Cómo saber si tu mascota es una pervertida", "Hablamos con una mujer que tiene una cuenta en Instagram dedicada a la sangre menstrual", "Hitler y los nazis tomaban anfetas y opiáceos", entre otros. Abrumada por la variedad de temas, voy a "Me vestí como una idiota durante la Fashion Week de Madrid y engañé a todo el mundo", a ver como intentan, una vez más, ridiculizar la moda. Aunque, quizás, lo que intentan es ridiculizar a los blogs de moda; o a las "bloggers"; o a los fotógrafos de "street style"; o a la industria en general; quizás, a las redes sociales... La verdad es que no me quedó muy claro. Seré idiota.
Leo el artículo una y otra vez y no entiendo muy bien a que viene ni de que va. Veo que la "experiencia" está "inspirada" en una idéntica realizada por una chica en la Semana de la Moda en Londres. Abro el link en otra pestaña para leerlo y descubro que el titulo es el mismo, cambiando "Madrid" por "Londres". ¡Esos chicos no se rompen la cabeza! A diferencia de la chica de Londres, la española confiesa en el artículo que no sintió que vestía como idiota. Miro una y otra vez el título del artículo. Algo no cuadra. Cito su texto: "Fue maravilloso acercarme a su universo de una manera sana y sin menospreciar a nadie porque confieso que yo no sentí que iba vestida como una idiota. Sentí que volvía a ser una niña con ganas de jugar ¡y con la posibilidad de hacerlo! Si eso tiene que ver con la moda... viva la moda." ¿Perdona? Aquí ya no hay nada que rascar. Me siento idiota por haber abierto el link y caído en la trampa del título fácil. Pero, sigo. Soy de las que va hasta el final. Me voy a Londres. Esa vez sí parece que atacan a los blogs de moda directamente. Cito como empieza el artículo: "Cualquier persona conpants y un smartphone puede ser blogger de moda. Vístete, tómate una foto y publícala en Instagram, agrégale el hashtag #OODT (outfit od the day: atuendo del día) para más claridad, después sube otra foto de tus uñas pintadas de catarina o una botella de jugo de aloe y listo. ¡Lo lograste! ¡Prácticamente eres Susie Bubble!"
Leo el artículo una y otra vez y no entiendo muy bien a que viene ni de que va. Veo que la "experiencia" está "inspirada" en una idéntica realizada por una chica en la Semana de la Moda en Londres. Abro el link en otra pestaña para leerlo y descubro que el titulo es el mismo, cambiando "Madrid" por "Londres". ¡Esos chicos no se rompen la cabeza! A diferencia de la chica de Londres, la española confiesa en el artículo que no sintió que vestía como idiota. Miro una y otra vez el título del artículo. Algo no cuadra. Cito su texto: "Fue maravilloso acercarme a su universo de una manera sana y sin menospreciar a nadie porque confieso que yo no sentí que iba vestida como una idiota. Sentí que volvía a ser una niña con ganas de jugar ¡y con la posibilidad de hacerlo! Si eso tiene que ver con la moda... viva la moda." ¿Perdona? Aquí ya no hay nada que rascar. Me siento idiota por haber abierto el link y caído en la trampa del título fácil. Pero, sigo. Soy de las que va hasta el final. Me voy a Londres. Esa vez sí parece que atacan a los blogs de moda directamente. Cito como empieza el artículo: "Cualquier persona conpants y un smartphone puede ser blogger de moda. Vístete, tómate una foto y publícala en Instagram, agrégale el hashtag #OODT (outfit od the day: atuendo del día) para más claridad, después sube otra foto de tus uñas pintadas de catarina o una botella de jugo de aloe y listo. ¡Lo lograste! ¡Prácticamente eres Susie Bubble!"
"La idiotez es humana,
no la ha inventado la moda."
No sé si reírme o llorar. Sí, seré idiota. ¿Ridiculizas a los blog de moda, pero sabes que es OODT, hablas de uñas de catarina y conoces a Susie Bubble? ¡Venga ya, tú lo vives nena! Su reto era lograr salir en un blog de moda, siendo una chica común (con un pelazo platino a la última) e invirtiendo apenas 10 libras esterlinas en 3 outfits. A lo largo del artículo me entero de que no consiguió crear 3 outfits con 10 libras y que tampoco salió en ningún blog de moda, aunque mucha gente la haya fotografiado y entrevistado. Seré yo la idiota, pienso, una vez más. Según ella, además de ser llamada de "perra farsante", consiguió que al menos 30 fotógrafos consideraran que sus atuendos eran dignos de salir en fotografías, aunque, al final, ninguna fue publicada. Lo que empezó como un chiste para mofarse de los blogs de moda terminó con la chica concluyendo, cito: "No es tan fácil como parece." ¡Válgame dios! Que fácil es utilizar la moda para tener tus 15 minutos de fama, me parece el título más adecuado para los artículos. Me pregunto si he sido la única que se ha molestado en leerlos. Que quede claro que no defiendo a los blogs de moda. Defiendo a la moda. Defiendo a la gente seria que tiene la moda como profesión y la trata con la profesionalidad y el respeto que se merece, ya sean periodistas, fotógrafos, patronistas, costureras, diseñadores, ecologistas, escritores, políticos, sociólogos y un largo etcétera que incluye los blogs de moda. Defiendo, sobre todo, que no nos idioticen.
¿Quién decide lo que es arte? Quién decide lo que es moda? Quién decide lo que es bello? ¿Quién decide lo que es ridículo? Estoy segura de que a muchísima gente les pareció ridículo que Andy Warhol pintara un bote de sopa Campbell y que algún listillo ya habrá intentado vender un dibujo de su hijo como obra de Miró. ¿Si nos dejamos engañar? ¡Claro que sí! Compramos productos que nos dejarán más jóvenes, harán nuestro pelo recuperarse milagrosamente del verano en 3 minutos, nos quitarán la celulitis en un par de semanas y nos harán perder peso durmiendo. Creemos que el amor es para siempre, que el cielo es azul y mejor no hablo de política. Somos idiotas, más allá de los blogs o de la moda. Y, aunque a veces parezca que está de moda hablar mal de la moda, la verdad es que nos sentimos muy guays ridiculizando a los demás. Ese subidón de superioridad, de que somos más inteligentes, más sagaces, más guapos, mejores en fin, que los demás, me hace pensar en aquel título de artículo que habla de las anfetaminas de los nazis. Esos sí, verdaderos idiotas. Dejemos la moda en paz.
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